Directrices para la prevención
Usar el kit de herramientas y el Cubo
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La identificación anticipada de objetivos potenciales para delitos organizados o atentados terroristas sigue siendo un objetivo central de la prevención dentro del marco de análisis del Cubo. Para dar prioridad a configuraciones específicas basadas en la evaluación de riesgo (por ejemplo, pérdida esperada + vulnerabilidad), Clarke y Newman establecieron una serie de factores que ayudan a evaluar la vulnerabilidad de este tipo de localizaciones[1].
Estos factores son:
Expuesto, hace referencia a la propensión de la localización a atraer la atención y ser visible en áreas circundantes, o a si destaca de cualquier manera. Un objetivo que destaca es más vulnerable que un lugar escondido entre otros edificios o estructuras.
Vital, objetivos que desempeñan un papel crucial en los comportamientos diarios de una comunidad. Entre las localizaciones más vitales se cuentan las fuentes de agua y suministros alimentarios, las redes eléctricas y los sistemas de transporte. El funcionamiento no adecuado de estas localizaciones va en detrimento de la funcionalidad de la comunidad. Estos objetivos llaman la atención de los terroristas por su potencial para provocar el caos cuando dejan de funcionar.
Simbólico, se refiere al valor simbólico de un lugar específico. Los símbolos que representan el poder y la unidad nacionales resultan atractivos para los terroristas, que buscan mermar simbólicamente las fuerzas del país. Ejemplos de localizaciones simbólicas serían la Estatua de la Libertad o la Casa Blanca.
Legítimo, aquellos objetivos que provocarían una reacción positiva por parte de los partidarios del terrorista o la organización terrorista. En coherencia con la idea de que los terroristas son seres racionales, buscan maximizar el refuerzo positivo y evitar ser condenados o enfrentarse a consecuencias negativas. Por tanto, los terroristas buscan objetivos que se consideren legítimos, lo que habitualmente incluye lugares donde se encuentran militares o funcionarios gubernamentales. Un lugar en el que haya niños o personas indefensas se consideraría un objetivo ilegítimo.
Destructible hace referencia a la capacidad de destruir un objetivo o localización o de matar a la persona escogida. Aunque todos los objetivos son en cierta manera destructibles, algunas localizaciones son más resistentes que otras, y algunas personas tienen más protección que otras. Por lo tanto, el elemento “destructible” hace referencia a “la cantidad y accesibilidad de armas requeridas para destruir un objetivo” (Boba, 2009, p.14). Los objetivos que requieran una gran cantidad de armas de difícil acceso podrían resultar menos atractivos para los terroristas que un objetivo que pudiese destruirse con armas convencionales y de fácil obtención.
Ocupación, los objetivos ocupados incluyen aquellos que acogen a una gran cantidad de personas. Los terroristas suelen buscar hacer daño a tantas personas como sea posible para reforzar su propósito (aumentar el miedo, aumentar la legitimidad, etc.). Las localizaciones con alta densidad de población ofrecen las mejores oportunidades a los terroristas para causar grandes daños y hacer cundir el miedo en la comunidad atacada. El elemento “ocupado” depende del momento, ya que hay localizaciones que pueden estar muy ocupadas tan solo durante ciertos momentos del día o ciertas épocas del año. Por ejemplo, un estadio acoge a decenas de miles de personas en un lugar muy compacto, pero tan solo durante un evento deportivo. Las localizaciones con más ocupación serán más vulnerables que aquellos con poca ocupación.
Cercanía se refiere a la distancia de la localización respecto del hogar del terrorista o la sede de la organización terrorista. La teoría del patrón delictivo y los estudios de criminología han destacado que los autores prefieren objetivos más cercanos a sus hogares y que rara vez viajan largas distancias para cometer delitos. Esta teoría se aplica al terrorismo en el sentido de que los terroristas prefieren las oportunidades que se presentan en localizaciones con las que están familiarizados y que les obligan a viajar menos. Los objetivos cercanos no solamente son más fáciles de atacar, sino que también resulta más fácil escapar desde ellos. Clarke y Newman sugieren que este elemento es de enorme relevancia en el terrorismo nacional cuando la jurisdicción es grande. En el terrorismo extranjero, todos los terroristas están relativamente lejos.
Facilidad Los objetivos fáciles son aquellos que están poco protegidos o son accesibles para el público. Se refiere al esfuerzo necesario para obtener acceso a la localización en función de las medidas de seguridad existentes. Por ejemplo, fue fácil para los terroristas nacionales colocar una bomba hecha con una olla a presión en una bolsa y dejarla en una calle pública durante la Maratón de Boston en 2013. Sería mucho más difícil obtener acceso a un edificio federal para hacer lo mismo. La falta de medidas de seguridad y de accesibilidad reduce el esfuerzo que se requiere y aumenta la facilidad de visar una localización específica.
[1] La siguiente descripción se sacó de Stacy Paton, EVIL DONE Vulnerability Assessment: Examining Terrorist Targets, tesis presentada a The College for Design and Social Inquiry como cumplimiento parcial de los requisitos para obtener la titulación de Master of Science, Florida Atlantic University Boca Raton, Florida, diciembre de 2013, pg. 27-31.